Baluartes de sabores de tradición ancestral
Durante un paseo por cualquier localidad de la isla resulta imprescindible realizar una parada en una panadería o pastelería para conocer y degustar las especialidades locales. Entre los productos dulces brilla la tradicional ensaimada, icono de la repostería mallorquina. Y entre los salados destacan las panades, los cocarrois y las cocas. Un tentempié ideal con todo el sabor de la tierra de Mallorca.
Entrar en alguno de lo hornos o pastelerías de Mallorca es una oportunidad para descubrir un universo de sabores. Sabores tradicionales como el del pan recién hecho o el de los dulces bocados de su repostería tradicional.
El pan por excelencia es el payés, de forma redonda y sin sal, blanco o moreno según el tipo de harina empleada. Es el mejor para preparar el pa amb oli—pan con tomate, aceite de oliva virgen y sal.Otra especialidad muy apreciada es el llonguet, panecillo de textura suave, utilizado normalmente para la elaboración de los bocadillos que podrás probar en numerosos bares y cafeterías de la isla.
Aunque las panades se encuentran durante todo el año, antes solo se elaboraban por Pascua. Se preparan con masa sin levaduray pueden estar rellenas de carne, pescadoo guisantes. Los cocarrois, en forma de empanadilla, contienen una mezcla de verduras de temporada con pasas y piñones. Y las cocas son masas simples cubiertas con ingredientes como pimientos rojos asados o trempó —cebolla, pimiento verde y tomate aderezados con aceite, sal y pimentón—.
Los robiols son otra especialidad de la Pascua mallorquina que hoy se disfruta durante todo el año; tienen forma de empanadilla y pueden estar rellenos de cabello de ángel, requesón, crema, chocolate o mermelada de fresa o albaricoque. La coca de patata es una especialidad de Valldemossa, pero presente en toda la isla: una pequeña coca hinchada de textura suave, cubierta de azúcar glas, que suele comerse con una taza de chocolate o un helado de almendra. La tradicional coca de albaricoques que se prepara cuando se cosecha esta fruta, en primavera y verano. Y los crespells, galletas tradicionales de Pascua en forma de estrella, flor o corazón y cubiertas de azúcar, una auténtica tentación para los niños.
Pero el dulce estrella de Mallorca es la ensaimada, pastel en forma de espiral elaborado con harina, azúcar, levadura, huevos y manteca de cerdo o saïm (de donde procede el nombre de la ensaïmada), ingrediente responsable de su textura y sabor. Las ensaimadas más tradicionales son las lisas sin relleno o las de cabello de ángel, aunque también se pueden encontrar rellenas de chocolate, crema, con albaricoques o con frutas confitadas y sobrasada, esta última típica de la época de carnaval.
En muchas panaderías y pastelerías, sobre todo en Palma, podrás desayunar tranquilamente o tomar un tentempié, ya que disponen de una zona de mesas para que los clientes degusten sus especialidades.
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