Entre calitas que parecen sacadas de una postal y preciosas playas de aguas turquesas, existe una Ibiza con muchísimo que ofrecer al viajero.

Comenzando por la cultura, una visita a la ciudad amurallada de Dalt Vila resulta imprescindible. Pasearás entre callejuelas de aire medieval, baluartes y murallas Patrimonio de la Humanidad, que coronan majestuosamente la capital. Pero si quieres sumergirte de lleno en la esencia de la Ibiza medieval, tu mejor opción son las visitas teatralizadas a Dalt Vila, un plan ideal para hacer con niños.

La ruta cultural continua a través de las singulares iglesias blancas, templos únicos concebidos como estructuras defensivas que encontrarás repartidos por toda la isla. Más opciones pasan por la llamada ruta del arte, en la que más de 90 artistas de todo el mundo abren las puertas de sus talleres para que conozcas su obra; una visita a la necrópolis púnica de Puig de Molins, museos… Tienes un mundo de posibilidades.

La riqueza de Ibiza no termina aquí, el contacto con su naturaleza te hará sentir una de las mejores experiencias. Pasear por el Parque Natural de Ses Salines, con sus estanques de sal y playas paradisíacas, quedar maravillado ante la belleza de la misteriosa Reserva Natural de Es Vedrà… Pero también podrás sumergirte en los senderos del corazón y el litoral de Ibiza a través de distintos itinerarios, ideales para recorrer a pie, en bicicleta y hasta a lomos de un caballo.

Si miras hacia el precioso Mediterráneo, no podrás resistirte a surcar las olas. Estás en el lugar perfecto para salir a navegar, explorar la costa en kayak, hacer una excursión en barco… La oferta es interminable. Pero Ibiza también goza de un fondo marino privilegiado; anímate a descubrirlo con un día de buceo o submarinismo, tú eliges.

A los que viajan en familia, también les esperan muchas sorpresas. Desde descubrir un fascinante mundo submarino en el Aquarium Cap Blanc de Sant Antoni de Portmany o pasar un divertido día con los más pequeños en el parque infantil Gran Piruleto Park, hasta deslizarse por los toboganes infinitos de los parques acuáticos de la isla.

Completa tu viaje con una ruta de sabores. Disfrutarás de lo lindo degustando exquisiteces locales como el guisat de peix o la borrida de rajada. ¡Puro placer! Y antes de dejar la isla, no olvides pasear, curiosear y llevarte algún recuerdo de los tan típicos mercadillos hippies de Ibiza, repletos de artesanías y moda adlib.

¡Ibiza te espera para mostrarte todos sus secretos!