Joan Miró i Ferrà nació el 20 de abril de 1893 en Barcelona, hijo del relojero Miquel Miró i Adzeries y de Dolors Ferrà i Oromí, hija de un ebanista de Sóller (Mallorca). En 1912, a los 19 años de edad, decide dedicarse a la pintura y se inscribe en la escuela de arte de Francesc Galí. Es entonces cuando entra en contacto con las últimas tendencias artísticas europeas.

En octubre de 1929 contrajo matrimonio en Palma con la mallorquina Pilar Juncosa. Los dos se fueron a París y se instalaron en un apartamento en la rue François Mouton. Dos años más tarde nace la que sería su única hija, María Dolors.

En el verano de 1939 empezó una serie de veintitrés pinturas sobre papel de pequeñas dimensiones, conocida posteriormente con el nombre de “Constelaciones”, que inició en Normandía y acabó en el que sería su mayor lugar de inspiración, Mallorca.

En 1956 Miró se trasladó definitivamente a Palma, ya que allí se hizo construir el taller de sus sueños, diseñado por su amigo Josep Lluís Sert. Actualmente este taller es parte de la Fundación Pilar i Joan Miró, la cual recomendamos no perderte, porque entre sus fondos hay más de 6.000 obras del artista. Además, en verano suele acoger conciertos y eventos en sus jardines. Y ya que estás en Palma, puedes aprovechar para conocer otros museos que también poseen obras del artista como la Fundación Juan March o el museo Es Baluard.

En 1968, dada su proyección internacional, Miró fue nombrado Doctor Honoris causa por la Universidad de Harvard, mientras que el Ayuntamiento de Palma, como no, le nombró hijo adoptivo de la ciudad.

Uno de sus grandes proyectos fue, como hemos mencionado, hacer realidad la Fundación Pilar i Joan Miró constituida en 1981 e inaugurada en 1992; un centro de estudios para artistas y becarios con un espacio para la exposición y conservación de las colecciones de Miró, proyecto del que se encargó el arquitecto Rafael Moneo.

El ingenio de este artista tan vinculado a nuestra isla se apagaba finalmente el 25 de diciembre de 1983 en la ciudad de Palma, dejando tras de sí un grandísimo legado que sin duda merece ser conocido.