Una de las celebraciones más populares y arraigadas de Mallorca que no te puedes perder
Repletas de color, música, bailes y tradición, las Fiestas de la Beata Santa Catalina Thomàs deslumbran cada año en los municipios de Valldemossa, Santa Margalida y Palma, que rinden honor a la religiosa más querida de la cultura popular mallorquina.
Santa Catalina Thomàs (Valldemossa 1531-Palma 1574), popularmente conocida como la “Beata” o “Beateta”, fue beatificada en 1792, momento en el que diversos municipios de Mallorca empezaron a celebrar las Fiestas de la Beata en su honor.
Es 28 de julio y Valldemossa homenajea a su patrona con el peculiar desfile del Carro Triunfal. Se trata de un emotivo recorrido por sus calles en el que la “Beateta” y su séquito de angelitos desfilan junto a carros engalanados con cintas de colores y flores al son de la música de la Banda de Música de Montuïri y xeremiers.
¡La semana grande del municipio es una ocasión ideal para descubrir sus encantos! Las preciosas vistas de la Serra de Tramuntana, la histórica Cartuja que alojó a Chopin, las calles empedradas repletas de flores… Y arte, mucho arte, ya que en estos días Valldemossa celebra también el festival artístico de Artdemossa, una noche única para disfrutar del arte de la isla bajo la luz de la luna. Música, fotografía, pintura, artesanías… ¡Es una velada mágica!
En Santa Margalida, la procesión de la Beata que se celebra el primer domingo de septiembre, empieza por la mañana con los demonios recorriendo las calles del pueblo para despertar a los vecinos con el sonido de los cascabeles que llevan en su vestimenta.
Entrada la noche comienza la Procesión presidida por la Beata, que recorre las calles acompañada de campesinos, bandas de música y carrozas que representan distintos pasajes de la vida de la santa. Pero lo que sin duda más te sorprenderá, es ver a los demonios tratando de arrebatar los jarrones que portan los payeses para romperlos contra el suelo, a los pies de la Beata, mientras danzan a su alrededor. Esta singular procesión se cierra con el último chasquido de los jarrones que los demonios rompen en la Plaza de la Iglesia.
Las calles de Palma también se llenan de colores en el tradicional desfile del Carro Triunfal, que acompañado de demonios, cabezudos y xeremiers, se celebra el tercer sábado de octubre.
Una maravilla de la naturaleza
Uno de los principales atractivos patrimoniales y turísticos del municipio
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