El traqueteo de este precioso tren de madera impresiona a todos los pasajeros que suben al Tren de Sóller. Es el mismo sonido que escucharon los primeros viajeros aquel día de 1912 en que se inauguró. 

Todavía en funcionamiento desde entonces, y con el diseño de los vagones y los materiales originales, el tren sale todos los días del corazón de Palma donde se encuentra su acogedora estación obra de Gaspar Bennàssar. Los 55 minutos que te separan del valle de los naranjos se te harán cortos cautivado por la belleza del paisaje y el aroma a flor de naranjo que entrará por tu ventanilla: es la Sierra de Tramuntana en todo su esplendor. 

El tren finaliza su recorrido en uno de los pueblos más bellos de la isla: Sóller, donde podrás descubrir una buena muestra de la arquitectura modernista de la isla. Es una excursión preciosa que se disfruta desde el minuto uno. Te recomendamos realizarla en sábado, día en que se celebra su mercado.