…puro Mediterráneo. La mezcla perfecta de tradición y los sabores más sofisticados.
Formentera es una combinación única de sensaciones, un rincón puramente mediterráneo en cuyos fogones se cocinan la tradición de los productos locales más selectos y las propuestas gastronómicas más innovadoras y eclécticas. Elaborados con el cariño y el buen saber hacer de sus gentes, los sabores de esta isla traspasan fronteras y se cotizan en todo el mundo como ingredientes gourmet capaces de llevar el Mediterráneo allí donde van.
En gastronomía, hay toda una serie de ingredientes que crean escuela. Productos que hablan de su origen, de la gente que los elabora y del paisaje que los ve nacer como si tuvieran voz propia. Alimentos que nutren el alma. Así es el Peix Sec (pescado seco), la joya de los mares de Formentera.
El peix sec se consume en Formentera desde que la memoria permite recordar. Su proceso de elaboración es absolutamente artesanal y así se mantiene hoy en día, en la principal factoría artesanal de Peixsec en Sant Francesc: pescado fresco cartilaginoso capturado en las aguas de la isla, envuelto en sal mora y colgado al aire libre, frente al mar, para que el sol y la brisa marina hagan todo el trabajo. Posteriormente, se tuesta y se desmenuza y ya está listo para utilizar en la cocina.
Para entender todo el abanico de sabores que conforman Formentera es imprescindible conocer los vinos de Terramoll. Producto selecto, por su escasez y sus peculiaridad, los vinos de Formentera de esta pequeña bodega hablan de la isla como nadie, de sus gentes, de su historia y de sus costumbres.
Cada sorbo que se da a uno de sus caldos es una comunión con los pequeños viñedos que salpican de verde los campos arenosos de la zona de La Mola, con los que los trabajan y con los que custodian cada botella como si fuera la última.
Al estar dentro de la indicación geográfica Vinos de la Tierra de Formentera (aprobada en 2005), los vinos de Cap de Barbaria son el fruto de una cuidada variedad de uvas entre las que destacan las autóctonas Fogoneu y Monastrell ensambladas con Merlot y Cabernet Sauvignon.
La producción anual es limitada como también lo es el terreno que ocupan sus viñedos, que crecen en zonas pedregosas y resisten de forma excepcional las altas temperaturas que a veces se registran en Formentera.
Nace en Formentera, en la factoría que Salines de Formentera tiene en la Plaça de la Sal, pero la verás en las cocinas más exclusivas del mundo como uno de los elementos clave a la hora de aliñar los platos más exóticos.
La sal líquida conserva todas las propiedades de la sal marina tradicional de Formentera intactas y ofrece minerales y oligoelementos esenciales en grandes cantidades. Yodo, calcio, magnesio y potasio del Mediterráneo servidos en un formato revolucionario que son pequeñas gotas de sabor. Y muy sanas: este líquido salado es bajo en sodio y cloro y sin conservantes artificiales.
Más allá de las playas y las puestas de sol, existe un paraíso escondido a los ojos del viajero común. Pasear por los campos de higueras como el Pla d’en Mestre, con La Mola al fondo, disfrutando del frescor de su sombra y del aroma de sus frutos, es uno de los placeres secretos de Formentera.
Las higueras son uno de los árboles más característicos de Formentera. Forman parte de su paisaje pero también de su cultura gastronómica y tradición más longevas. Alrededor de estas higueras se han fraguado muchas de las historias de sus gentes y sus frutos son pura miel que nace de la tierra, aderezados con la brisa del mar.
Formentera ofrece un abanico único de tonalidades verdes y moradas en sus campos: es la frígola de Sant Joan, una variedad de hierba de tomillo autóctona de las Pitiüsas que es, además, el ingrediente básico de su licor tradicional. Dulce y anisado y con excelentes propiedades digestivas, la frígola es un clásico en todas las casas payesas.
Las familias, antiguamente, elaboraban su propio licor a base de aguardiente, hojas y flores de tomillo, agua destilada y azúcar, así como toques de otras hierbas típicas mediterráneas. Con esta mezcla, en alambiques, maceraban esta bebida espirituosa que aún se sirve cada sobremesa.
Illes Balears Auténticas y Sostenibles