Un paseo por los pueblos de Ibiza para conocer la historia y su arquitectura
A Ibiza se la conoce como la isla blanca por el color de sus iglesias y viviendas de arquitectura tradicional, algunas de ellas ubicadas en un entorno natural de hermosos paisajes y panorámicas inolvidables. Su función era religiosa y defensiva ya que servían de refugio de los ataques de los piratas; sus torres de vigilancia, los sólidos muros y la ubicación de algunas de ellas así lo demuestran.
Contempla la belleza de las iglesias como la de Sant Rafael, Santa Eulària con vistas al mar, Es Cubells, situada al borde de un acantilado, la iglesia de Sant Antoni, una de las más antiguas, Sant Miquel de Balanzat, Sant Carles de Peralta, Sant Mateu d’Albarca, Sant Llorenç de Balafia o la iglesia de Santa Agnès, espectaculares todas ellas y muchas más repartidas por la isla. Hoy estas iglesias rurales son todo un reclamo; el destello blanco del paisaje ibicenco, el contraste de la cal y la piedra, su silencio, su calma, su claridad...
La única iglesia de la Isla con reloj de sol
Una construcción religiosa de volumen impactante
En palabras del archiduque Luis Salvador, una de las mejores iglesias de la isla
Blanca y defensiva
Una pequeña gran iglesia
Un ejemplo de la sencilla arquitectura religiosa ibicenca
Una iglesia moderna a partir de un antigua ermita
Un austero templo cerca de las principales calas de la costa norte de Ibiza
Sobre el monte, defensiva, y en un lugar especial, así es Puig de Missa
Un espacio para la oración tras unos gruesos muros defensivos
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