Pequeño núcleo de interior de origen desconocido, aunque podría haber existido ya en época islámica. Está constituido por una agrupación de casas tradicionales que se ordenan a lo largo de una calle de algo más de cien metros. Estas viviendas, conocidas como “casaments”, son una buena muestra de la arquitectura popular ibicenca. Están formadas por volúmenes cúbicos encalados, con pequeñas aberturas adinteladas y cubierta plana. Algunas cuentan con un horno adosado a uno de sus muros.

El conjunto tenía como objetivo controlar el territorio frente a posibles ataques, por lo se completa con dos torres de defensa de planta circular y muros de mampostería que se decoran con cruces pintadas con cal.

Balàfia está declarado Bien de Interés Cultural.