La Necrópolis se ubica en una colina situada en el centro de la actual ciudad de Ibiza, no lejos del núcleo histórico. Se sitúa cerca relativamente del puig de Vila, porque era habitual en las ciudades fenicias que los ámbitos entre la vida y la muere no estuvieran muy alejados. 

Puig des Molins es la necrópolis más antigua e importante de Ibiza y la que ha proporcionado un conjunto de materiales numeroso y diverso. El elemento más abundante son los hipogeos púnicos, que constan de pozo rectangular de acceso y cámara subterránea, generalmente de forma cuadrangular. Exteriormente sólo son visibles unos 350; sin embargo, el número real se estima en torno a las 3000 sepulturas. 

La necrópolis presenta una secuencia cronológica larga y compleja que puede estructurarse en diez fases que comprenden desde la época fenicio-arcaica (siglo VII a.n.e.) hasta época contemporánea. Es una necrópolis en muy buen estado de conservación, considerada el conjunto funerario más importante del Mediterráneo Occidental. La zona arqueológica tiene una extensión de 5 ha.Se aconseja la visita al área de la necrópolis sin descuidar también otras dos: la de su museo ubicado en la propia necrópolis y la del Museo arqueológico, en Dalt Vila.

En el museo de Puig des Molins se explica mediante piezas singulares y objetos de la cultura material cómo evolucionó la concepción de la muerte en la Antigüedad. En Dalt Vila se exponen restos arqueológicos desde la prehistoria hasta la conquista catalana de 1235.

El nombre puig des Molins indica que en ese sitio, en la cima, se concentraban molinos de viento. Están documentados al menos desde el siglo XV, y en la actualidad solo han sobrevivido las torres.
Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (1999).