Es de forma elíptica, de 13.500 m², con un perímetro de muralla de 374 metros y con un acceso monumental. Las primeras excavaciones arqueológicas se hicieron bajo la supervisión del italiano Giovanne Lilliu, quien pretendía relacionar las construcciones mallorquinas con las construcciones sardas. 

Los trabajos se centraron en excavar la zona central del poblado, el talayot y sus habitaciones anexas a éste, destacando la sala hipóstila y la habitación en forma de herradura, entre otras. Con posterioridad se fueron excavando otros sectores.

Cronológicamente se puede situar su fundación en torno al año 1000 a.n.e, teniendo como origen el talayot central. Posteriormente, siguiendo los esquemas del poblamiento talayótico, se le adosaron otras construcciones, muchas concebidas como viviendas. La muralla está datada en torno al 650-540 a.n.e. No fue hasta la llegada de los romanos (123 a.n.e.) cuando el poblado entró en declive, siendo paulatinamente abandonado y destruido. Junto al acceso se ubicó un monolito contemporáneo dedicado al poeta Miquel Costa i Llobera, que se inspiró en ses Païsses para ambientar el poema La deixa del geni grec (1900).

El yacimiento forma parte de la ruta arqueológica promovida por el Consell de Mallorca.