•  Necrópolis Cala Morell

    Necrópolis Cala Morell

    Una de las necrópolis más bonitas de Menorca, en su costa norte

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    Una de las necrópolis más bonitas de Menorca, en su costa norte

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Necrópolis Cala Morell

Encuentra todo lo que debes saber sobre la necrópolis de Cala Morell, uno de los yacimientos prehistóricos de la Menorca Talayótica. ¡Continúa leyendo!

Menorca es un verdadero museo arqueológico al aire libre con un patrimonio excepcional, haz clic para conocer algunos de los mas importantes yacimientos prehistóricos que pueden visitarse en la isla.

La necrópolis de Cala Morell, situada en la cala del mismo nombre, en el norte del término municipal de Ciutadella, es uno de los cementerios prehistóricos más bellos por la perfección y belleza de algunas de las fachadas y por la capacidad plástica con la que fueron excavadas sus tumbas.

Está situada en el barranco que desemboca en la cala. Las primeras tumbas documentadas se datan de en torno al 1600 a.n.e. Son dos pequeños hipogeos –cámaras excavadas artificialmente en la roca- con un corredor de piedras como acceso.En su interior se localizaron algunas cerámicas correspondientes a los antiguos ajuares que acompañaban a los difuntos allí enterrados. Más tarde, ya en la Edad del Hierro, a partir del siglo VI a.n.e., la necrópolis documenta su máxima expansión. Los hipogeos, de gran tamaño (entre 120 y hasta 170 m2) se convierten en grandes panteones donde depositar colectivamente a los difuntos. El ritual de enterramiento se realizaba cubriendo a los difuntos y sus ajuares en cal viva.

Las tumbas de esta necrópolis están concebidas para rendir culto a los muertos por parte de los vivos. Es habitual que algunos de las cuevas funerarias tuvieran una especie de atrio delante de la puerta donde se ofrendaban alimentos contenidos en cerámicas. Del conjunto de hipogeos destaca el número 4, que cuenta con una fachada esculpida reproduciendo elementos arquitectónicos de influencia etrusca y púnica.

En algunas partes de las paredes de los barrancos pueden observarse “capades de moro”, receptáculos circulares u oblongos que posiblemente sirvieron para contener urnas funerarias infantiles. 

Está declarada Bien de Interés Cultural (1985).


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