La huella árabe en Menorca
El Castillo de Santa Àgueda es el testimonio más importante de la Menorca musulmana. Está ubicado en el término de Ferreries, en la cumbre de la colina de Santa Àgueda, a 264 metros de altura sobre el nivel del mar.
Se trata de una fortaleza de la época musulmana está situada en un cerro de 267 metros. Para llegar a este lugar histórico, se comienza desde el camino de Alocs hasta llegar a las antiguas escuelas rurales, donde podrás dejar el vehículo con el que hayas llegado y empezar la aventura a pie. La ruta, de poco más de tres kilómetros, sigue una calzada de tipología romana, aunque de época medieval, que asciende por la colina donde se asienta el castillo. A pesar de la subida, la dificultad es baja y el recorrido es apto para casi cualquier senderista.
A medida que subes, es fácil imaginar cómo este castillo se convirtió en un refugio clave para la población musulmana en el siglo XIII. Desde aquí controlaban una buena parte del territorio, que comprendía Ciutadella, Ferreries, parte de Es Mercadal y los puertos de la costa norte.
Una vez arriba, te impresionarán las dimensiones del complejo defensivo. La fortaleza fue construida entre los siglos X y XIII y se extendía por 6,5 hectáreas, con 1.800 metros de murallas y 37 torres, de las cuales aún se conservan algunas, tanto de planta redonda como cuadrada. Aunque el castillo cayó en desuso en el siglo XIV, aún se pueden ver restos de su antigua gloria, como la iglesia, que más tarde se convirtió en una casa de campo, otros elementos como el establo y un aljibe.
El nombre Sent Agaiz, que se deriva de "Santa Águeda", podría indicar un asentamiento preislámico en el lugar, posiblemente romano. Se sabe que en el siglo V se rendía culto a la mártir siciliana Santa Águeda, y se especula que en el siglo IX los cristianos de Menorca y Mallorca se refugiaban en castillos como este.
Recorrer el Castell de Santa Águeda es una excursión perfecta para toda la familia: es sencilla, de corta duración y nos permite descubrir una parte del pasado de Menorca que ha dejado pocos testigos de su paso por la isla.
Conserva una parte importante de su estructura, y servía de refugio a la población y a los asentamientos rurales de los alrededores. Desde aquí los árabes entregaron la isla al rey Alfonso III de Aragón en 1287. En 1987 fue declarado Bien de Interés Cultural.
En el castillo se pueden distinguir tres recintos diferenciados. El primero es el recinto central, que ocupa la cima y adopta la forma de un polígono de siete lados desiguales; tenía dieciséis torres, la mayoría de planta circular, y se accedía a él por una puerta de la muralla. Otro recinto es el del Castellet, de forma rectangular, con torres redondas y cuadradas y con suministro de agua. Y el tercero y más reciente es el de la Casa de Armas.
Hay indicios de asentamientos preislámicos en el castillo, posiblemente romanos y bizantinos. Las técnicas constructivas de las torres redondas son de la época califal (siglo XI), mientras que las cuadradas se datan de la época almorávide (siglo XII). Los cristianos modificaron la fortaleza, y hay constancia de reparaciones en los años 1.338 y 1.339. También se construyó la capilla donde se veneraba a Santa Àgueda, con bóveda de arco apuntado.
DIRECCIÓN
Ferreries - Menorca
WEB
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