Disfruta de la calma menorquina y pasea por sus preciosos puertos
Viajar a la isla de Menorca es uno de los viajes más apasionantes e inolvidables que uno puede hacer. Sus maravillas naturales e históricas son infinitas y es un destino perfecto para los amantes del detalle. Adéntrate en un recorrido que te va enamorar, disfruta del encanto de los puertos menorquines. Tanto la pequeña bahía de Fornells, famosa por su caldereta y sus casitas blancas con persianas de madera de color verde, como el puerto de Ciutadella, son un excelente escaparate de la gastronomía local, donde se puede degustar marisco y pescado fresco en una terraza junto a la orilla del mar relajándote observando el vaivén de las embarcaciones.
Uno de los puertos más increíbles de Menorca y de una gran belleza es el de Binibeca, un pequeño pueblo de pescadores, todo de color blanco con pequeñas calles estrechas y muy acogedor.
Además uno no se puede ir de la isla sin conocer el encantador puerto de Cales Fonts, ubicado dentro uno de los puertos naturales más grandes del mundo, el de Mahón. Al atardecer el ambiente del puerto adquiere un aura especial con el tintineo de los llaüts y un mercado hippie. No pierdas la oportunidad de sentir el viento de tramontana, el olor a salitre, el ambiente de sus puertos y saborear la gastronomía menorquina.
La esencia del mar menorquín
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