Cala D'Albarca

Esta ensenada posee un litoral escarpado, rojizo, altos acantilados (presencia de algunos establecimientos turísticos y viviendas residenciales), así como envuelto de frondosos pinares y monte bajo. En su interior acoge Racó Fosc, na Coloms y sa Margarida. Esta costa tiene un gran valor paisajístico y avifáunico. En sus peñas anidan especies en peligro de extinción como el halcón marino. 

Esta rada se encuentra expuesta a los vientos del noroeste-norte-noreste. Su costa acantilada y desprotegida desaconseja que una embarcación fondee durante la noche y que se acerque al talud, puesto que hay rocas desprendidas semiemergentes. El mejor lugar de calado está en la zona central de la bahía, sobre fondo arenoso, a 12 metros de profundidad. 

Los desembarcos de piratas fueron continuos en esta ensenada. Este hecho provocó que los payeses construyeran torres exentas, de refugio, entre los siglos XVI y XVIII. Estas atalayas carecían de cimientos, contaban con dos plantas de una sola estancia cada una y techo abovedado, mientras que en la parte superior se hallaba la plataforma. En los alrededores de Cala Albarca se puede visitar el conjunto fortificado Torres d’en Lluc (dos atalayas y una muralla).