Duerme en alojamientos con siglos de historia que conservan el carácter de cada uno de los pueblos de este microcontinente balear
Mallorca es la isla de las mil opciones. Y de los contrastes. Podéis pasar de un paisaje de montaña a otro de playa el mismo día. De la ciudad, a una pequeña villa. Y es ahí, precisamente, donde reside el encanto de la isla.
Entre la variada oferta de alojamientos que ofrece la mayor de las Baleares, destacan aquellos que han sabido conservar el espíritu del lugar. Así, llegan a nosotros, como viajando en el tiempo, una antigua fortaleza convertida en hotel de lujo, pequeños hoteles boutique ubicados en antiguas casas señoriales del centro histórico de Palma o las possessions mallorquines, construcciones únicas que hablan de la cultura y la tradición mallorquina y que han definido el carácter y la idiosincrasia de la isla.
Aunque se trataba de una única propiedad, llegaron a ser verdaderos núcleos rurales autoabastecidos, con mucha vida, incluso con cultura y folclore propios. Sus dueños vivían en la casa principal y los campesinos en los edificios más humildes de alrededor. Hoy, muchas de ellas han sido rehabilitadas para que podáis experimentar la identidad ancestral de Mallorca.
Illes Balears Auténticas y Sostenibles