El célebre escritor de Llibre d’Evast e Blanquerna impregnó la Mallorca del siglo XIII de literatura y filosofía
El padre de la literatura catalana puso su vida y su obra al servicio de su particular cruzada contra los infieles. Una producción que nació en lugares tan emblemáticos como el centro histórico de la capital balear, el Monasterio de la Real y el de Miramar o el Puig de Randa.
Estudioso de la lengua árabe, escritor de libros tan destacados como Art Iul·liana o Llibre d’amic e amat y apasionado viajero, Ramón Llull fue uno de los principales contribuidores a la formación de la lengua catalana literaria y el primer escritor europeo de obras filosóficas y cultas en lengua vulgar.
La Palma del siglo XIII fue el escenario de la vida del joven Llull. Una lápida marca en la céntrica Plaça Major el lugar en el cual se hallaba la casa donde nació en el año 1232. Dedicado a la poética trovadoresca, la espectacular Iglesia de Santa Eulàlia fue testigo de sus años de juventud. Edificada con tres naves en 1236, se trata de una de las primeras parroquias cristianas erigidas en Palma después de la Conquista.
Sin embargo, a raíz de una crisis espiritual, abandonó su posición social para dedicarse a la conversión de los infieles a la fe cristiana. En este sentido, el maravilloso paraje que constituye el Puig de Randa sirvió de escenario para la escritura de Art Iul·liana. Situado entre los municipios de Algaida y Llucmajor, en tu visita a la conocida como la “montaña sagrada” tendrás la oportunidad de pasearte por los bellos Monasterios de Gràcia y Sant Honorat y el Santuario de la Virgen de Cura. La cultura popular de Mallorca recoge una leyenda relacionada con su estancia en Randa: la existencia de la “mata escrita”, la cual, en algún código oriental, refleja las palabras dictadas por Dios al maestro iluminado.
Ramón Llull se hospedó en varias ocasiones en el Monasterio de la Real, a cuyos frailes donó su biblioteca personal en su testamento. Declarado Bien de Interés Cultural, la visita al Monasterio resulta obligatoria para todos sus lectores.
Comprometido con su proyecto, Llull dedicó muchos esfuerzos a la creación de monasterios. En el año 1276 y con el patrocinio del joven rey de Mallorca, Jaime II, fundó el Monasterio de Miramar en la Serra de Tramuntana. Un monasterio que ofrece a todos sus visitantes un privilegiado balcón sobre el Mar Mediterráneo.
Fallecido el 1316, su sepulcro gótico puede visitarse en la basílica de Sant Francesc de Palma. El recuerdo de una de las figuras más ilustres de la capital balear está presente en numerosos rincones de la ciudad, destacando el colosal monumento a Ramón Llull en el Paseo Sagrera.
Iglesia franciscana medieval con fachada barroca y claustro gótico
Los vestigios de la arquitectura cisterciense
Una ermita con vistas impresionantes al sur de la isla
Uno de los monasterios más importantes de Mallorca, relacionado con Ramon Llull
Tradición luliana y paisaje insular
La joya de Palma
Un santuario con vistas excepcionales construido a la sombra de una gran roca
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