Municipio de Mallorca
Al abrigo de la Serra de Tramuntana, entre Marratxí i Binissalem, encontramos el pequeño pueblo de Santa Maria del Camí. Con unas impresionantes vistas a la Serra de Tramuntana, Santa María guarda algunas de las mejores bodegas de Mallorca, con lo que se convierte en una visita muy recomendada para los amantes del buen vino y de la mejor gastronomía mallorquina.
Cerca de Santa Maria se encuentra la iglesia que lleva su mismo nombre, que data de principios del siglo XIII y también un lugar muy especial, el Convento de Mínimos: un remanso de paz y de belleza donde detenerse y disfrutar del momento presente sobre todo en el claustro, uno de los más bellos de la isla.
Los domingos, en la Plaça Nova, se celebra un mercado de producto local de los campos de alrededor que rompe temporalmente la paz y el sosiego que transmite este bello pueblo mallorquín. Además de productos de proximidad, también se puede encontrar ropa, calzado, complementos o singulares objetos de artesanía. Entre compra y compra, apetece sentarse en alguna de las terrazas cercanas y reponer fuerzas probando los variats, las tapas típicas mallorquinas.
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