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    Pedaleando entre olivos en Mallorca

    La experiencia cicloturística en la Vall de Sóller

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La experiencia cicloturística en la Vall de Sóller


Día 1: Sóller

La ruta entre olivos empieza en Sóller, uno de los pueblos más bonitos de Mallorca. Para llegar a esta bonita localidad desde Palma, tienes varias opciones de transporte. Una de las más pintorescas y recomendadas es el tren de Sóller, un ferrocarril histórico que data de 1912. Este tren de madera te llevará a través de paisajes espectaculares, incluyendo túneles y puentes que ofrecen vistas impresionantes de la Serra de Tramuntana. 

Una vez en Sóller, toma tu bicicleta y prepárate para explorar este encantador pueblecito de la Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad en 2011. Sóller es famoso por su belleza natural, sus naranjos limoneros, y su arquitectura tradicional mallorquina. Desde la estación de tren, dirígete hacia la Plaça Constitució, el corazón del pueblo, donde puedes admirar la iglesia de Sant Bartomeu y el Ayuntamiento.

Tu primera parada es la Iglesia de Sant Bartomeu, construida antes de 1236 y modificada a lo largo de los siglos. Alrededor del edificio, podrás ver restos de portales y ventanas románicas y parte de la fortificación amurallada del siglo XVI. Este sitio te transportará a través del tiempo mientras admiras la mezcla de estilos arquitectónicos que narran la historia de la iglesia.

Continúa hacia el Banco de Sóller, construido en 1889 por el arquitecto Joan Rubió con el capital de los emigrantes. Este edificio modernista destaca por su doble tribuna volada, el portal de medio punto y el elaborado forjado de sus ventanas. Detente un momento para apreciar los detalles de esta joya arquitectónica que simboliza la prosperidad traída por los emigrantes retornados.

Pedaleando por las estrechas calles de Sóller, llegarás a la Posada de Can Prohom. Esta residencia perteneció a los grandes propietarios agrícolas de la Serra de Tramuntana y es un excelente ejemplo de la arquitectura barroca civil del siglo XVII. Su apariencia sólida y austera en decoración te ofrece una visión auténtica de la vida de la élite rural de la época.

No puedes dejar Sóller sin visitar alguna de las almazaras activas que producen aceite de oliva con olivos centenarios de la zona. Agenda tu visita, pedalea entre olivos y descubre la enorme impacto económico y social que tuvo esta actividad económica en el pasado y por qué vale la pena el esfuerzo de mantenerla en nuestros días.

Finalmente, si tienes tiempo, dirígete hacia el Puerto de Sóller, un recorrido de aproximadamente 3 kilómetros por un carril bici que sigue el antiguo trazado del tranvía. Aquí, disfruta de las vistas al mar y de la atmósfera mediterránea antes de regresar al centro de Sóller. No olvides detenerte en alguna de las muchas cafeterías y restaurantes para probar la gastronomía local, especialmente el helado de naranja uno de los productos estrella de Sóller.



Día 2: Puigpunyent

Después de disfrutar de Sóller, es hora de pedalear hacia tu próximo destino: Puigpunyent. Este encantador pueblo está ubicado en la zona suroeste de la Serra de Tramuntana y te ofrecerá una nueva perspectiva de la belleza de Mallorca. Con aproximadamente 2.000 habitantes distribuidos entre los núcleos de Puigpunyent, Galilea y Son Serralta, este municipio de montaña es una joya por descubrir.

Desde Sóller, toma la carretera Ma-10 que atraviesa la Serra de Tramuntana. Este trayecto te llevará a través de paisajes espectaculares, con viñas, naranjos, olivos y almendros cubriendo los valles del municipio. A medida que te acercas a Puigpunyent, notarás cómo el paisaje se transforma y se vuelve aún más verde y frondoso.

Al llegar a Puigpunyent, te recibirán algunos de los paisajes más impresionantes que se pueden encontrar en Mallorca. Los valles están repletos de viñedos y olivos milenarios, un paisaje agrario que habla de la importancia histórica de la agricultura, el vino y el aceite de oliva en esta zona. La agricultura tradicional sigue viva aquí, y podrás ver cómo los naranjos y almendros añaden un toque de color y fragancia a la atmósfera.

Desde el centro de Puigpunyent, puedes explorar los alrededores tomando uno de los muchos caminos públicos que conectan las montañas y los valles. Estos antiguos caminos de herradura, algunos de los cuales aún conservan su empedrado original, son un importante valor patrimonial y etnológico. Monta en tu bicicleta y sigue uno de estos senderos, disfrutando de la tranquilidad y la belleza natural que te rodea.

Si el tiempo lo permite, visita Galilea, uno de los tres núcleos de población de Puigpunyent. Este pequeño pueblo está situado en una colina y ofrece vistas panorámicas espectaculares de la Serra de Tramuntana. La subida puede ser desafiante, pero las vistas desde la cima merecen el esfuerzo.

Concluye tu jornada entre olivos regresando al centro de Puigpunyent, completando así una ruta que te permite explorar tanto la riqueza cultural como la exuberante naturaleza de este municipio de montaña.


Día 3: Alaró

El tercer día de ruta por los pueblos del Valle de Sóller nos lleva a Alaró. Este pintoresco pueblo tiene una historia fascinante que comienza en el siglo XIII, tras la conquista de Mallorca. Sus raíces se hunden en el Castillo de Alaró, un bastión de resistencia durante la ocupación catalana del Reino de Mallorca.

Desde Puigpunyent, toma la carretera Ma-1041 hacia Alaró. A medida que pedaleas, notarás cómo el paisaje cambia, ofreciendo una mezcla de montañas y valles que te acompañarán en tu camino. Al llegar a Alaró, te recibirán vistas impresionantes y un ambiente acogedor.

Una vez aquí, deja tu bicicleta y prepárate para una de las excursiones más tradicionales y emblemáticas de la zona: la subida al Castillo de Alaró. Puedes acceder a pie desde el mismo pueblo, siguiendo un sendero que te llevará a través de hermosos paisajes hasta las ruinas del castillo. Este castillo es no solo un símbolo de la resistencia histórica, sino también un mirador espectacular que ofrece vistas panorámicas de la isla.

Además del castillo, Alaró invita a los amantes del excursionismo a explorar la ruta hacia Orient, un pintoresco valle que pertenece al municipio de Bunyola. Este recorrido te llevará a través de frondosos bosques y paisajes idílicos, ideales para disfrutar de la naturaleza.

Un dato interesante de Alaró es que fue el primer municipio en disponer de electricidad en Mallorca. La central eléctrica se inauguró el 15 de agosto de 1901, gracias a los esfuerzos de los hermanos Gaspar y Josep Perelló Po. Por eso, te recomendamos visitar el monumento dedicado a esta pequeña conquista de modernidad en Mallorca. 

Para finalizar tu ruta, disfruta de un recorrido sosegado por el centro de Alaró y disfruta de su gastronomía local.  


Día 4: Fornalutx

Para concluir tu ruta sostenible por el Valle de Sóller, dirígete a Fornalutx, un pintoresco pueblo situado en el corazón de la Sierra de Tramuntana. Este lugar mágico se encuentra en un valle profundo que parte del Puig Major y se dirige a Sóller y guarda algunos de los paisajes más impresionantes de Mallorca. Fornalutx es, además, perfecto para realizar rutas de senderismo o para recorrer en bicicleta, debido a su cercanía del camino GR-221, la Ruta de la Pedra en Sec que atraviesa de este a oeste la sierra mallorquina. 

Desde Alaró, toma la carretera Ma-2020 que te llevará hacia Sóller y luego sigue las indicaciones hacia Fornalutx. Este trayecto te ofrecerá una mezcla de ascensos desafiantes y descensos emocionantes, con vistas panorámicas que te acompañarán a lo largo del camino.

Al llegar a Fornalutx, deja tu bicicleta y pasea por sus estrechas calles empedradas. Admira la arquitectura tradicional y disfruta del ambiente tranquilo y acogedor del pueblo. Estamos ante uno de los pueblos de montaña más auténticos, bien cuidados y bellos de Mallorca. De hecho, ha recibido varios premios por su conservación y ha sido reconocido como uno de los pueblos más bonitos de España. 

Su origen se remonta a la época de la conquista cristiana de Mallorca. Puedes deducir su pasado morisco por el trazado de sus calles, que serpentean entre casas de piedra con tejados de tejas rojas y balcones adornados con flores. No te pierdas la iglesia de Fornalutx, construida en el siglo XIII, y la plaza principal, donde puedes sentarte a tomar algo en alguna de sus bonitas terrazas a disfrutar del encanto y la tranquilidad.

Si tienes tiempo, realiza una pequeña caminata hasta el mirador de Ses Barques, que ofrece una vista panorámica del valle de Sóller y el puerto. Es el lugar perfecto para llenarnos de belleza con el paisaje espectacular y disfrutar de la serenidad del entorno.

Con esta última etapa en Fornalutx, habrás recorrido algunos de los lugares más emblemáticos y bellos de la Sierra de Tramuntana y descubierto la riqueza histórica, cultural y natural que ofrece esta maravillosa región.



Puntos de interés

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