Producto de la tierra Rubiols de Mallorca

Posiblemente su origen es judío y se relaciona con unas pastas secas hechas sin levadura que se consumían durante la Pascua Hebrea y que simbolizaban el pan ázimo que los israelitas se llevaron al abandonar Egipto.

Estas delicias se encuentran en panaderías, pequeños comercios, cafeterías o restaurantes y en ferias gastronómicas, aunque pertenezca a la gastronomía típica de Semana Santa, podrás disfrutar de este manjar durante todo el año y en todo el archipiélago balear.

En su versión dulce los encontrarás rellenos de mermeladas caseras, requesón, cabello de ángel, crema o chocolate, el más tradicional es el de confitura de albaricoque.

Gracias a su variedad se pueden disfrutar en el desayuno o la merienda, en las celebraciones se suele servir de aperitivo.

El secreto de esta delicia isleña es la elección de productos locales para su preparación. Para la masa se utiliza 1Kg de harina de repostería, 130 g de azúcar, 1 taza de aceite, zumo de naranja, 3 yemas de huevo y 400 g de manteca de cerdo.

Para su elaboración hay que mezclar el zumo de las naranjas, si son de Sóller mejor, con el resto de ingredientes hasta que quede una masa homogénea y consistente, dejándola reposar unos minutos. Después se le da el grosor deseado con un rodillo haciendo círculos de unos 15 o 20 cm. A continuación se rellenan y se cierran dándoles forma de media luna.

Ahora hay que meterlos en el horno hasta que la masa esté hecha. Fácil, ¿verdad?

¿A qué esperas para venir a Mallorca y saborear su gastronomía?