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    Abarcas menorquinas

    Nacidas para el trabajo rural, las abarcas menorquinas se han convertido en un calzado veraniego imprescindible para quienes buscan autenticidad y confort

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    Nacidas para el trabajo rural, las abarcas menorquinas se han convertido en un calzado veraniego imprescindible para quienes buscan autenticidad y confort

Nacidas para el trabajo rural, las abarcas menorquinas se han convertido en un calzado veraniego imprescindible para quienes buscan autenticidad y confort

La artesanía menorquina cuenta historias de tradición, funcionalidad y sostenibilidad. Un claro ejemplo son las abarcas menorquinas, un calzado sencillo que ha logrado convertirse en un referente de estilo y comodidad. Lo que comenzó como una sandalia funcional para los campesinos de Menorca, hoy es un icono veraniego que ha conquistado no solo a los habitantes de la isla, sino también a los viajeros y amantes de la moda en todo el mundo.


Las abarcas menorquinas nacieron de la necesidad. Los campesinos, que pasaban largas horas trabajando en terrenos pedregosos, requerían un calzado resistente, cómodo y duradero. Estas sandalias, hechas originalmente con suelas de piel y cubiertas con una pala de cuero, cumplían a la perfección con su función. Con el tiempo, se introdujeron las suelas de neumático reutilizado, una innovación que aportó mayor resistencia y durabilidad, especialmente para el trabajo en el campo.

Sin embargo, este calzado práctico comenzó a llamar la atención más allá del ámbito rural. En la década de 1950, ganó popularidad entre la burguesía y la nobleza de la isla, quienes adaptaron el modelo a un diseño más refinado, apto para los pies más delicados.

A partir de los años 60, las abarcas comenzaron su camino hacia la fama como calzado estival. El secreto de su éxito fue su diseño único, sencillo y fresco, ideal para los días calurosos de verano. También su versatilidad: tanto hombres como mujeres, sin importar la edad, encontraron en las abarcas el equilibrio perfecto entre funcionalidad y estilo.

A lo largo de las décadas, las fábricas menorquinas han seguido innovando, respetando la tradición artesanal mientras exploraban nuevos materiales y acabados. Hoy en día, las abarcas se fabrican no solo en cuero, sino también con otros tejidos, como el esparto o la rafia, e incorporan detalles que van desde troquelados hasta dibujos y colores vibrantes. Sin perder su esencia, el calzado ha sabido adaptarse a los gustos del consumidor.



Marca de garantía

En el año 2000 se instauró la marca de garantía "Avarca de Menorca", que certifica la autenticidad y calidad del producto. Para asegurarse de que una abarca sigue un proceso de fabricación tradicional, es importante que lleve esta etiqueta, que garantiza su producción en la isla y el uso de materiales de calidad. 

Esta indicación geográfica distingue a las verdaderas abarcas de las imitaciones, que han surgido a medida que su popularidad ha crecido. Al comprarlas, apoyas una tradición artesanal centenaria que sigue viva en fábricas de localidades como Ferreries, Ciutadella y Es Migjorn Gran. 



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