Iglesia Sant Josep

La iglesia de Sant Josep se acabó de construir en 1731. El templo presenta las características propias de las iglesias de la isla, con aspecto de fortaleza y de gran sencillez decorativa donde destacan sus grandes muros de piedras encalados en blanco. La fachada principal, la única de la isla que cuenta con un reloj de sol, se abre a un porche, presente en muchas iglesias de la isla, de tres arcos y con un calvario en su interior.

El interior es de nave única, cubierta con bóveda de cañón y capillas laterales. Del patrimonio conservado sobresalen el púlpito de madera decorado en 1763 por José Sánchez Ocaña con unas bellas representaciones de los Misterios, la talla de san José del antiguo retablo, una estatua de santa Ana y un Eccehomo, también de Sánchez Ocaña.