Cala Carbó

Esta última es la más solitaria, lo cual constituye una suerte si te gustan los espacios tranquilos con poca afluencia de bañistas. Descubrirás un paisaje de marcado carácter mediterráneo, con una playa muy protegida del potente —a veces, peligroso— viento del norte por acantilados rocosos en los que apenas crece vegetación. Puesto que la playa carece de servicios, debes llevar agua potable, un picnic y calzado de baño, ya que la orilla es de cantos rodados, grava y restos de la planta marina posidonia. A los pies del acantilado, mimetizadas con la roca, podrás contemplar viejas casetas de pescadores o escars, con rampas por las que los marinos deslizan sus barcas hasta el mar. Los fondos, de bastante profundidad, constituyen el lugar perfecto para practicar el buceo de superficie. 

Para llegar por carretera a Cala Carbó desde Pollença (a 7,1 km) solo debes seguir las indicaciones viarias hacia Cala de Sant Vicenç, donde podrás estacionar en el aparcamiento que hay junto a las playas o bien en las calles de la zona urbanizada. También puedes desplazarte cómodamente en transporte público.