¡Vibrarás de emoción!
La Mallorca más auténtica pervive en sus fiestas y tradiciones, en las que descubrirás su cara más genuina, desenfadada y festiva.
Sant Antoni llena una noche de enero de hogueras y demonios, y pocos días después se celebra Sant Sebastià, las fiestas más populares de Palma, que disfrutarás en la calle con conciertos y paradas de comida. El divertido Carnaval, con desfiles de disfraces, precede a la solemne Semana Santa, cuando podrás asistir a impresionantes procesiones y a la teatralización —a la luz de las antorchas— del descenso de Jesús de la cruz.
Puedes estrenar el verano con Sant Joan, noche de fuego, demonios y verbenas que terminan con un baño en el mar, y continuarlo con las fiestas patronales de todos los pueblos, a menudo con la presencia de gigantes y cabezudos, y con las peculiares luchas de moros y cristianos de Pollença.
En las fiestas de Montuïri o Algaida verás bailar a los ancestrales cossiers, siete hombres y una dama vestidos de blanco que interpretan danzas antiguas. Y en Nochebuena vibrarás de emoción con el canto medieval de la Sibil·la, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
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