Las mejores vistas a Dragonera
La Trapa es una finca de 75 hectáreas situada frente a la isla de Dragonera y salvada de la presión urbanística gracias a una suscripción popular. En este paraje bellísimo se instaló en 1810 una comunidad de monjes franceses que llevaron una vida autosuficiente y solitaria, disfrutando de uno de los miradores más privilegiados de Mallorca.
La finca, en el municipio de Andratx, está formada por dos valles orientados hacia poniente que terminan en unos acantilados sobre el Mediterráneo. El índice de precipitaciones es uno de los más bajos de la isla, y por ello el paisaje es árido, debido también a diversos incendios recientes y a la acción de las cabras salvajes, que arrasan los brotes nuevos.
En este entorno se sitúan las casas de La Trapa, que configuraron el antiguo monasterio de aquellos trapenses que huyeron de la Revolución Francesa de 1789. La comunidad que llegó a La Trapa estaba formada por 40 monjes de la Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia, con votos de pobreza, castidad y silencio, vegetarianos estrictos que dormían sobre una superficie dura y vivían entregados a la oración y el trabajo. Quizá la dureza de sus reglas les permitió sobrevivir en este enclave que transformaron construyendo terrazas donde sembraron cereales, legumbres, verduras y frutales, gracias a un inteligente sistema de captación de aguas.
Los monjes abandonaron la finca en 1820. Desde entonces cambió varias veces de propietario, hasta que finalmente el Grup Balear d’Ornitologia i Defensa de la Naturalesa (GOB), grupo ecologista de las Baleares, la adquirió en 1980 mediante una suscripción popular. Actualmente se están restaurando algunos edificios, y la finca se dedica a la educación ambiental y el excursionismo. Vale la pena visitarla en una breve excursión desde Sant Elm.
DIRECCIÓN
Andratx - Mallorca
Illes Balears Auténticas y Sostenibles