Los Blauets de Lluc, el canto de toda una tierra

La Escolania de Lluc, conocida popularmente como los “Blauets” en alusión al color de la sotana azul que visten durante las celebraciones, es una de las instituciones culturales más antiguas del continente europeo. En el Archivo del Santuario de Lluc, la constitución como coro permanente dedicado al servicio litúrgico de la Mare de Déu de Lluc, patrona de todos los mallorquines, fecha del año 1531.

Los más de 20 títulos producidos dan fe del extenso repertorio que se ha ido conformando a lo largo de todos estos años y del trabajo llevado a cabo por los diferentes directores que han capitaneado este entrañable coro mallorquín. La trayectoria musical de los Blauets, conocida en toda Mallorca y más allá de la isla, cuenta con colaboraciones con la Orquestra Simfónica de les Illes Balears o actuaciones en Reino Unido o Francia.

El servicio que lleva a cabo la Escolania se concreta en el canto diario de la salve, mañana y noche, delante de la imagen de la Mare de Déu, a excepción de los sábados. Acompañados por los visitantes y peregrinos que pasan por el Santuario más querido por los mallorquines y los lluquers (gentilicio de los ciudadanos del municipio de Lluc), los Blauets entonan sus voces para todos aquellos que se acercan al Monasterio de Lluc en busca de refugio espiritual. Un Monasterio que ofrece alojamiento en un oasis de paz anclado en medio de la naturaleza más virgen de la Serra de Tramuntana.

Dos son los principales actos que durante el año entona el coro más antiguo de Mallorca: las Matines (Misa del Gallo) de Navidad y la Semana Santa. El 24 de diciembre interpretan el tradicional Cant de la Sibil·la, un canto de origen medieval que tan solo ha sobrevivido al paso de los años en Mallorca y L’Alguer. Declarado Bien de Interés Cultural Inmaterial y Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2010, la Sibil·la emociona cada Nochebuena prácticamente en la totalidad de los municipios de Mallorca. Sin embargo, las Matines más concurridas y de mayor tradición siguen siendo las que se celebran en el Santuario de Lluc y la Catedral de Palma.