Descubre el paisaje y la historia de la sal
En las islas hace siglos que se extrae sal del agua del mar, actividad que conforma un bello paisaje de balsas y pequeñas montañas blancas donde florece la vida: aquí encuentran reposo y alimento miles de aves durante sus viajes intercontinentales, y alrededor de las balsas crece una vegetación adaptada al viento y la sal. Un paraíso para amantes de los pájaros y del senderismo, o para quienes desean conocer, mediante una visita guiada, los secretos de la producción de sal.
En Mallorca, algunos restos arqueológicos confirman que la primera extracción de sal se produjo hacia el siglo IV aC durante la presencia púnica, pero la mayoría de hallazgos corresponden a época romana. Se sabe que existieron salinas por todo el territorio insular, pero las más importantes son las que siguen en funcionamiento, las Salinas de Es Trenc, al sur de la isla. Forman parte de la zona húmeda protegida del Salobrar de Campos, tienen una extensión de unas 172 hectáreas y producen unas 10.000 toneladas de sal cada año.
Las salinas se extienden detrás de las dunas del largo arenal de Es Trenc, y se alimentan con el agua de esta playa. El agua del mar circula por un canal hacia las balsas naturales y artificiales donde, por acción del sol y el viento, cada día aumenta la concentración de sal. Constituye un enclave fundamental para las aves: aquí repostan y se alimentan más de 170 especies aladas, como flamencos y garzas, y las organizaciones naturalistas realizan recuentos de ejemplares y estudios sobre sus migraciones.
En las balsas más pequeñas se produce la apreciada flor de sal, cristales en forma de flor que flotan y se recogen de manera artesanal. Es la sal más pura, con más de 80 oligoelementos necesarios para nuestro organismo, y la más apreciada por los grandes chefs para condimentar sus creaciones. Podrás descubrir las salinas de Es Trenc a través de visitas guiadas de unos 40 minutos de duración que te permitirán conocer los secretos de la producción de sal y los valores naturales de este valioso ecosistema.
Otras salinas que tendrás la oportunidad de visitar en Mallorca son las Salinas dels Estanys, en la Colònia de Sant Jordi, datadas en el siglo IV a.C. y consideradas como una de las más antiguas del mediterráneo.
En Ibiza, los cartagineses iniciaron la producción de sal hacia el siglo V aC. Después, las salinas fueron aprovechadas por los distintos pobladores, hasta que en 1871 pasaron a manos privadas. Hoy están integradas en el Parque Natural de las Salinas de Ibiza y Formentera, y puedes visitarlas recorriendo los estrechos caminos que separan las balsas. Junto a la iglesia de Sant Francesc de l’Estany, a la entrada de las salinas, encontrarás el Centro de Interpretación de este parque natural, que te permite conocer su valor ecológico y económico.
El parque también incluye las salinas de Formentera y el estrecho que separa las dos islas, cuyos fondos están recubiertos de la planta marina posidonia oceanica, responsable de la nitidez de las aguas. En esa isla, contemplarás bellas lagunas litorales cercanas a las salinas, como S'Estany des Peix, Estany Pudent y la Bassa de S'Espalmador.
Surcando los caminos de la sal
La sal marina más pura y valiosa
Un paseo por una laguna biológica e histórica de gran riqueza
La menor de las dos grandes lagunas de Formentera, donde se dan cita el paisaje natural y la memoria histórica
Un espacio natural único a orillas de Es Trenc
Paraíso natural imprescindible
Illes Balears Auténticas y Sostenibles