Vinos de la tierra

Menorca posee una rica herencia vitivinícola y aunque no ha sido su actividad agrícola principal, ofrece una experiencia única para los amantes del vino. La isla ha sido célebre por su vino desde tiempos antiguos, con referencias históricas que datan del siglo XIII. En el siglo XVIII, la producción se expandió gracias a la ocupación británica, que fomentó el cultivo y la exportación.

Hoy en día, ocho bodegas producen vino bajo la denominación "Vi de la terra Illa de Menorca". Algunas de ellas ofrecen una experiencia de cata y visita para difundir el patrimonio gastronómico de los menorquines. 

Binifadet, en el sureste, combina arquitectura moderna y vinos frescos en su elegante terraza. Hort de Sant Patrici, en Ferreries, ofrece una experiencia completa con sus vinos y quesos artesanales. Torralbenc, en Alaior, destaca por su vinificación en una finca restaurada del siglo XIX. Cada bodega refleja el carácter único del terroir menorquín y su legado vinícola.