Productor local OLI NOVEMBRE

 “Quizá la idea de haber creado nuestro propio aceite de oliva no sea excepcional... el resultado sí lo es”. Así presenta la familia Mas el aceite Oli Novembre, un aceite de oliva virgen extra ecológico elaborado a partir de aceitunas procedentes de la finca familiar Son Elsebitx, en Petra (Mallorca), donde respetan al máximo la tierra, la flora y la fauna autóctonas.

Conseguir el certificado de ecológico fue un empeño particular de Marta Mas. Hoy Oli Novembre tiene el sello del Consell Balear de la Producció Agrària Ecològica y forma parte de la Asociación de productores ecológicos. Ni un año de producción mala les tienta a utilizar productos químicos; es cuestión de compromiso.

La historia de Oli Novembre comenzó en 2008 cuando el padre de Marta, Guillem Mas, se jubiló al mismo tiempo que los amitgers (aparceros) de la finca. Así que Guillem se planteó qué hacer con su partición de Son Elsebitx, la finca familiar cuyo origen se remonta al siglo XVI. “¿Y si sembramos olivos”? Dicho y hecho: 2.500. Cuando tocó recolectar la aceituna preguntó: “¿Y si lo hacemos nosotros?”. Una de sus cinco hijos, Marta, dijo “probemos” y le acompañó en la aventura. Dejó su trabajo en el ámbito de la publicidad y el diseño gráfico, y hasta hoy.

La variedad con la que se elabora Oli Novembre Ecológico, denominación de origen Oli de Mallorca, es cien por cien arbequina. Esta aceituna, que se adapta muy bien a los terrenos áridos, le confiere un olor afrutado muy característico, al igual que el color, entre verde y amarillo y el tono opaco típico del aceite sin filtrar.

La recogida de la oliva comienza a finales de octubre y se alarga hasta mediados de noviembre; de ahí el nombre del aceite (“También porque es el mes en que nació mi padre”, apunta Marta). El mismo día que se recolecta se muele la aceituna en la almazara para proteger todas sus propiedades y se realiza la primera extracción en frío, con el fin de preservar la calidad y lograr una acidez máxima, que en este caso no supera nunca 0,5º.

Marta y Guillem miran al cielo deseando un buen clima, mantienen el campo comprometidos con la cultura y el paisaje y trabajan con el anhelo de que el producto local esté en las mesas de los hoteles y restaurantes de las islas.

Para visitar la finca y realizar una cata de aceite, no dudéis en contactar con ellos. Os prepararán un buen pa amb oli.