Visitar una granja de caracoles

Probablemente sea un plato de origen muy humilde y de subsistencia, como muchas de las recetas populares de las islas. Los romanos los tenían como remedio para la tos y los problemas estomacales, sobre todo si se comían en número impar, y la sabiduría popular nos dice que si comemos caracoles el día de Sant Marc – 25 de abril- tendremos buena salud todo el año. Así que, ¿por qué no probarlos si aún no lo habéis hecho? Podéis empezar por visitar una granja de caracoles de Venta Directa: Sa Caragolera, en Binissalem; Caragolers de Muro, y Son Pou, en Felanitx.

Sa Caragolera está a la entrada del pueblo de Binissalem. Ofrece visita y menú degustación de caracoles. Podréis ver cómo funciona, pasear por el invernadero donde viven y conocer el ciclo completo, desde la cría, reproducción y engorde. La visita dura unos 40 minutos y se hace en castellano, catalán e inglés. El menú degustación varía según la temporada, pero consiste en diferentes recetas, como caracoles fritos, arròs brut con caracoles, caracoles a la mallorquina, paté de caracoles, caracoles rellenos de sobrasada, etc. Los sábados y domingos a las 13.30h. Imprescindible reserva.

Una fórmula similar es la que ofrecen en la granja de caracoles de Son Pou en Felanitx, donde preparan una degustación de tres recetas de caracoles: guisados tradicionales, con salsa boloñesa y al horno. La visita a la granja, antes de comer, es posible con guía en catalán o castellano.

Finalmente, en la granja Caragolers de Muro también podéis concertar visita guiada con una explicación de los profesionales sobre el funcionamiento de la empresa y la crianza de los caracoles; en catalán y castellano. Y como no puede ser de otra manera incluye degustación de los caracoles cocinados. Imprescindible cita previa.