Formentera en otoño es una isla que se rinde a la calma y las costumbres de siempre
Hay que vivir Formentera desde tierra pero también por mar. El Mediterráneo que baña sus costas es un mar tranquilo, cristalino y de un color azul turquesa que parece irreal. Aunque en otoño hay más oleaje en ciertos puntos del litoral de la isla, lo cierto es que es una buena época para aprovechar y conocer Formentera desde otra perspectiva: en kayak o en una embarcación. Tanto uno como otra se pueden alquilar sin problemas y a buen precio en casi cualquier puerto y playa de la isla, así como los catamaranes que incluyen excursiones ya organizadas para grupos.Una ruta sencilla e ideal para hacer en tu segundo día en Formentera, tanto en pareja como en familia, es la excursión en kayak que sale de Els Pujols y recorre parte de su costa pasando por Punta Prima hasta la escondida Cala en Baster, para descubrir sus bellos acantilados y sus cuevas secretas, fondos marinos y monumentos que se avistan desde el agua a la perfección: torres, atalayas, faros…Esta excursión te permitirá conocer con todo detalle las calas secretas, los embarcaderos tradicionales de pescadores y las canteras de marés que antiguamente producían sin parar piedra en seco para viviendas y todo tipo de construcciones en la isla. Si no quieres complicarte demasiado, plantea la jornada con una parada larga en Cala en Baster y regreso a Els Pujols al caer la tarde. En esta pequeña cala de pequeños cantos rodados podrás disfrutar de un baño tranquilo, ahora que todavía el Mediterráneo está a una temperatura suave, y hasta practicar nudismo.Pero si has venido a Formentera dispuesto a sacarle todo el partido, aprovechar cada minuto para vivir mil aventuras, te proponemos que apuestes por tomar la ruta en kayak desde Els Pujols, o desde las escuelas náuticas que encontrarás en el Puerto de La Savina, hasta el islote de L'Espalmador.Esta pequeña isla que se levanta justo frente a Ibiza mide solo 3 km de longitud y es de propiedad privada (se dice que costó ¡42.500 pesetas en 1932!). Está tan cerca de Formentera que se puede llegar a ella caminando a través del El Pas dels Trucadors con la marea baja y el mar en calma pero, en días de mar revuelta, habituales ya en otoño, no es recomendable correr el riesgo. Para navegar en kayak seguro que basta con que no haya demasiado viento y que no se activen corrientes que originen fuerte oleaje. Si se dan las condiciones, no lo pienses: lánzate a descubrir esta joya mediterránea.En L'Espalmador podrás regalarte el mejor refugio para tu escapada: la isla tiene dos playas en las que apenas hay gente y en las que se puede practicar nudismo libremente. La más próxima a Formentera es la del Racó de l'Alga y la otra es la de La Torreta, más pequeña y escondida, pues solo se puede acceder a ella atravesando todo el islote o bien por mar.Uno de los principales atractivos de L'Espalmador, además de sus playas cristalinas, es su laguna de barro. Sobre este rincón del islote habrás oído mil historias ya que muchos turistas consideran que el fango de sus fondos es bueno para la piel y acaban completamente embarrados de pies a cabeza. La realidad es muy distinta: la laguna de L'Espalmador es una zona estrictamente protegida por su riqueza para el mantenimiento del ecosistema y de acceso prohibido porque sus barros contienen un elevado número de bacterias que no son aptas para entrar en contacto con la piel. Así que, sí, tendrás que prescindir de la típica fotografía de los baños de barro de Formentera, pero podrás admirar su asombroso paisaje y descubrir los diversos colores que tiñen sus aguas a medida que cambian las horas del día.Con tanto por ver, no te despistes. Calcula bien tus tiempos para regresar con la luz del sol todavía en alto y aprovechar para regalarte una merecidísima cena. Tanto en el Puerto de La Savina como en Els Pujols tendrás muchas opciones gastronómicas entre las que elegir para saciar ese apetito voraz que siempre dejan las excursiones por el mar. Bon profit!
Illes Balears Auténticas y Sostenibles