Vinos y bodegas de la Denominación de Origen Binissalem

Los pueblos que forman esta comarca vinícola se sitúan en una geografía de relieve suave, protegida de los fríos vientos del norte por la Serra de Tramuntana, con un clima mediterráneo. Están rodeados de extensas plantaciones donde crecen viñedos de variedades autóctonas.

Los vinos con DO Binissalem son tintos jóvenes o criados en barricas de roble, blancos, rosados y espumosos. Los más afamados y con mayor producción son los tintos, que contienen un mínimo de un 30% de Manto Negro, por lo que presentan las características de esa variedad autóctona: un color no excesivamente intenso y aromas de frutas que evolucionan hacia las confituras.

En los blancos, elaborados al menos con un 50% de la variedad Moll, predominan los aromas de frutas, sobre todo manzana verde y frutos secos, recuerdos a albaricoque y almendras amargas; en boca son frescos, con un equilibrio perfecto entre el ácido y el dulce y un adecuado final ligeramente amargo.

Actualmente hay 13 bodegas amparadas por la DO Binissalem, algunas de las cuales pueden visitarse, lo que supone una excelente manera de conocer el proceso de elaboración del vino y descubrir pueblos que conservan un valioso patrimonio arquitectónico y cultural.

En las fiestas locales el vino siempre está presente, e incluso a veces es protagonista: éste es el caso de las Festes des Vermar (fiestas de la vendimia) que Binissalem celebra cada mes de septiembre. Una semana dedicada al vino durante la que resulta imprescindible degustar los fideos des vermar, receta típica de esas fechas que combina pasta con carne de cordero, sobrasada y especias. Por supuesto, acompañados de una copa de vino.

Otro acontecimiento que no debes perderte es Wine Days Mallorca, organizado por la DO Binissalem: nueve días de mayo para disfrutar del vino combinado con experiencias culturales y gastronómicas. El programa incluye excursiones, puertas abiertas a bodegas, visita a mercados, catas y la Feria Wine Days Mallorca, donde el vino se degusta con la mejor gastronomía informal de food-trucks locales. Y por la noche podrás disfrutar de conciertos en jardines, bodegas, auditorios o iglesias.

Además, puedes descubrir el territorio de la DO a través de rutas que combinen la visita a las bodegas con los mejores restaurantes de cocina tradicional. La mejor manera de saborear un paisaje.