Descubre la naturaleza, tradiciones y producto local de forma respetuosa con el medio ambiente
Si pensamos en un paraíso mediterráneo, no tenemos dudas: Formentera es uno de los lugares más magnéticos y naturales de este rincón del mundo. Aun así, su belleza va más allá de las playas de aguas turquesas y paisajes idílicos. Atrévete a ir más allá y sumérgete en una experiencia única que combina sostenibilidad, tradiciones y la placentera bonhomía del estilo de vida mediterráneo.
Formentera es la isla más pequeña en extensión de las Baleares, sin embargo, guarda un enorme tesoro natural que merece ser explorado. Para muchos, es también un refugio donde reconectar con la naturaleza a través de sus paisajes prístinos y su atmósfera serena, sin distracciones ni estrés. Por eso, la mejor manera de descubrir la isla es a su ritmo: en bicicleta, a caballo o andando a través de 32 rutas verdes, que suman más de 100 km. en total, pensadas para que la naturaleza virgen revele todo su esplendor en cada paso.
En Formentera, la relación entre el ser humano y la naturaleza es tan íntima que, en ocasiones, la línea entre patrimonio natural y cultural se desdibuja. Durante años, la disponibilidad de recursos terrestres y marinos han marcado significativamente la vida en la isla. Por eso está repleta de caminos poco conocidos, salpicados de molinos harineros, aljibes, norias, higueras centenarias o escars (varaderos) que nos ayudan a entender esta relación entre las personas que la habitan y el entorno.
Un tesoro bajo el mar
Experimentar Formentera desde el mar es descubrir otra isla. Sus temperaturas suaves y más de 300 días soleados al año la convierten en un destino perfecto para explorar desde el mar, practicando deportes náuticos como kayak, paddle surf, esnórquel o la navegación a vela. La isla es conocida por sus aguas transparentes, limpísimas y cristalinas, pero pocas personas saben por qué. La principal responsable es la posidonia oceanica.
Esta planta marina, que no alga, filtra los sedimentos y le da una transparencia única. Está distribuida por todo el Mediterráneo, pero es especialmente relevante una enorme pradera situada entre Ibiza y Formentera. Tanto, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999. Ahora tú también puedes involucrarte en la preservación de la posidonia, bien respetando su presencia o a través de Save posidonia project, un proyecto pionero de recaudación de fondos a través del apadrinamiento para preservar la posidonia lanzado por el mismo Consell de Formentera. ¿Te apuntas?
Placer sostenible en cada bocado
Formentera es la viva representación de la filosofía slow food y de los productos de kilómetro 0. Aquí, cada ingrediente tiene una historia y su procedencia se mide en pasos, no en kilómetros. Los frutos de las huertas de secano y tiras de peix sec acariciadas por el cálido viento mediterráneo llenan los mercados con colores y sabores únicos.
Los productos autóctonos de Formentera son el resultado de la creatividad humana para aprovechar al máximo los recursos disponibles en la isla debido al aislamiento.
Un ejemplo destacado es el peix sec (pescado seco, en catalán). Antes los pescadores secaban el pescado para aprovecharlo y poder consumirlo durante todo el año. Hoy es uno de sus principales atractivos gastronómicos e ingrediente principal de la ensalada payesa, un plato típico de la gastronomía de Formentera. Otros productos que destacan son la sal líquida de Formentera, una sal de alta calidad presentada en este innovador formato, la miel, que debe su excelente calidad a la ausencia de productos químicos, los higos secos muy apreciados por su intenso sabor, con notas de anís y laurel, incorporados en el proceso de elaboración.
Por otra parte, Formentera cuenta con unas 80 hectáreas de viña que producen vinos muy apreciados por los paladares más exigentes. Actualmente hay dos bodegas en la isla, Terramoll y Es Cap de Barbaria, que merecen una visita. Además, en muchos hogares todavía se fabrica el tradicional «vi pagès», generalmente para el autoconsumo.
En Formentera, la sostenibilidad no es solo una elección, es un estilo de vida. De hecho, un aspecto a tener en cuenta es que durante los meses estivales la población de Formentera se triplica y, en consecuencia, también el número de coches, motos y demás vehículos a motor. Ante esta situación, y para garantizar la sostenibilidad ambiental y preservar la paz de la isla, el Govern de les Illes Balears elaboró una ley que limita la circulación de vehículos en verano. Para más información sobre las iniciativas sostenibles en Formentera, haz clic aquí.
Illes Balears Auténticas y Sostenibles